El taller de costura que empodera a mujeres porteñas
Lizeth Hernández, costurera autodidacta, lidera un proyecto que nació en medio de la pandemia y hoy transforma la vida de decenas de mujeres en Barranca, Puntarenas.
Llegamos a Barranca, Puntarenas, gracias a la móvil de Telecable que conecta con las historias de Más que Noticias, esta vez para conocer la inspiradora historia de Lizeth Hernández, una costurera que transforma la vida de mujeres de su comunidad.
Estamos en Coral Design. Bienvenidos. Aquí nos reciben Peggy y Maritza, quienes hace cinco años fueron alumnas de Lizeth y hoy trabajan junto a ella en este emprendimiento que ha marcado un antes y un después en la vida de muchas.
Este sueño nació en plena pandemia, en un momento difícil para todos. Pero para Lizeth, la crisis se convirtió en una oportunidad: decidió crear un espacio para empoderar a mujeres porteñas, brindarles herramientas para aprender un oficio y así poder llevar sustento a sus hogares.
Lizeth aprendió a coser de forma empírica. La necesidad fue su maestra, pero su pasión por la costura es lo que la ha mantenido firme:
“Ya lo traigo en la sangre y creo que es herencia, porque mis abuelas y mis tías también cosen”, asegura con orgullo.
Desde Manzanillo de Cóbano, Esparza hasta Chacarita, mujeres de toda la provincia encuentran en este taller un lugar para crecer. Ya son cinco años de aprendizajes y logros compartidos.
“En Puntarenas cuesta mucho conseguir trabajo, más cuando una ya tiene una edad más avanzada”, comenta Lizeth. Hoy cuenta con alrededor de 50 alumnas activas, aunque muchas más han pasado por su taller. Varias ya tienen su propio negocio, su página en redes sociales y un emprendimiento que nació de las enseñanzas de Lizeth.
“Ahora vienen aquí cuando necesitan que les venda algún molde o las ayude con alguna confección especial que les pidieron en una escuela”, agrega.
El internet ha sido clave para el crecimiento de Coral Design. Gracias a la conectividad, Lizeth y sus alumnas han podido darse a conocer no solo en Puntarenas, sino también en otras regiones del país. Además, le ha permitido continuar capacitándose durante estos años.
“Yo tengo una vida muy tranqui, porque he podido cumplir mis sueños”, dice Lizeth, con una sonrisa que refleja la tranquilidad de quien ha logrado mucho con esfuerzo, pasión y solidaridad.
